Empezaré este artículo (un artículo de por sí un tanto distinto) con una anécdota muy personal.
Ahora que el regreso a los espacios físicos, oficinas y escuelas ha empezado a llevarse a cabo, también regresa otro fenómeno bastante desagradable y del que nos habíamos deshabitado un poco todos los que vivimos en ciudad: EL “BENDITO” TRÁFICO.
Y mientras cambiaba de canciones con los controles de mi auto, sin encontrar algo que me gustase para oír en lo que esperaba avanzar los próximos 25 cm de camino, terminé hartandome de mi típica selección de canciones y no estaba de humor para andar “aventurero”. Así que decidí hacer algo distinto a lo de siempre, prendí la radio.
No es un acto heroíco en sí, sólo soy tremendamente millennial y no lo había hecho en meses, y estaba del otro lado de la bocina una locutora bastante animada y cómica, que entre un mix de canciones y anuncios, ayudaba a sobrellevar bastante agradable, en menos de lo que pensé, se me olvidó el tráfico y escuchaba atento a la otra persona que me hablaba muy contenta a kilómetros de distancia.
Poco después el programa se acabó y cambié de estación a otra donde encontré otro programa de notas de interés general dado de una forma muy satírica y cargado de humor, donde hacían constante conexión con el conductor, casi como si estuviese ahí en la conversación.
Más pronto de lo que esperé llegué a casa, mi mente empezó a girar:
En una era digital de podcast y donde puedes seleccionar exactamente la canción que quieres las veces que quieras y sin anuncios, ¿por qué algunos prefieren el radio?. Y sé que no sólo fui yo en ese momento: amigos, conductores, negocios y muchas personas más prefieren escuchar la radio a reproducir alguna otra cosa a través de sus dispositivos. Una amiga, experta en finanzas, trabaja en la CNSF, me platicaba que ella prefiere mucho más el radio desde que trabajaba en la oficina y más ahora que hace home office.
Este pequeño e inmemorable viaje, que seguro muchos viven día con día, para mi fue lleno de significado y como me fascina entender el cerebro humano y el por qué de muchas acciones que los humanos hacemos de forma consciente o inconsciente, me preguntaba: ¿Por qué el radio es tan cautivador? ¿Por qué, literalmente más de 100 años después, no sigue atrapando este medio que sólo ataca un sentido humano?.
Entonces, me di a la tarea de investigar. Hay un par de razones por la que esto sucede:
El radio y tu cerebro
Soy científico de clóset y me encanta darle una explicación biológica o al menos con bases teóricas de neurociencia a lo que hacemos. Y aquí las principales razones por las que creo que esto sucede:
El primer sentido en ser estimulado externamente
Seguramente has escuchado algo sobre ponerle música clásica a los neonatos en la panza de sus mamis para que sean más inteligentes; o por lo menos has tenido alguna experiencia directa o indirecta con alguna mujer embarazada que habla bonito a su pancita y simplemente se siente, bien, se siente bonito.
Pues hay algo de razón en esto, uno de los primeros sentidos que nuestro pequeño cerebro primitivo tiene contacto con el mundo exterior, más allá de la bolsa de protección donde se encuentra, son las ondas de audio que viajan por aire, líquido y sólidos hasta nuestros canales recién formados y finalmente nuestro cerebro.
No es coincidencia que los bebés tienden a reconocer fácilmente a sus papás (además de familiares cercanos durante el embarazo) y se sientan reconfortados al estar en sus brazos escuchándolos. Aún antes de poder usar los ojos bien, y empezar a reconocer el mundo a través del tacto (que protegemos mucho en los bebés), son estimulados y principalmente perciben el mundo a través del audio, esto nos deja una clara huella somática, donde nuestra memoria “subconsciente” aprende a escuchar, antes que todos los sentidos.
Es adicionalmente, uno de los sentidos más entrenados y de los pocos que aún hoy en día aprendemos a agudizar para nuestra supervivencia: el gritar de un niño, el sonido de un coche que se acerca, la sirena de una ambulancia o bueno, si vives en la CDMX: la alerta sísmica. No requieres mucho ruido o un alto volumen para que la alerta (o hasta sonidos parecidos a la alerta) te ponga en modo supervivencia y se vuelva el primer plano de enfoque.
Una conversación cambiante, que continua
Humanos atraen humanos, nuestro oído está sintonizado y es más fuerte en los rangos medios de las frecuencias sonoras, donde la mayoría de las voces se encuentran, naturalmente en épocas ancestrales, esto fue para poder escuchar a otros miembros de nuestra tribu cavernícola. Por eso aún hoy, en un antro con alto ruido, música y distractores, nuestro cerebro es bueno captando y reconstruyendo conversaciones sólo con pedazos que logró captar, literalmente nuestro cerebro le da prioridad a la voces humanas. Otro ejemplo que a la mayoría le pasa, si te quieres concentrar y te gusta escuchar música, seguramente te has podido enfocar mejor con música instrumental, sin ninguna voz. Es por lo mismo, tu cerebro busca darle sentido y enfocarse en las voces, haciendo más difícil la tarea en cuestión.
Lo mismo sucede con el radio, las voces de los comerciales, las canciones y más importante, los conductores, llaman a nuestro cerebro a enfocarse. Quizás pienses ¿pero esto mismo sucede en un podcast o cuando escuchas tu música regular, no?
La respuesta es sí y no. Así es, sucede algo similar, pero en el radio está más latente por otro fenómeno que analizamos a mayor profundidad en el siguiente punto, pero tiene que ver con la aleatoriedad vs habitualidad.
Si eres como yo, lo más probable es que el 60%-80% (números inventados) de las ocasiones, escuchas las mismas 20-40 canciones. Básicamente tienes un patrón muy marcado, tu cerebro es experto también en encontrar “atajos”, en automatizar lo más posible para poder adaptarse, ahorrar energía y enfocarse en otras tareas de supervivencia. Cuando hacemos lo mismo una y otra vez, dejamos de prestarle la misma atención, se vuelve un proceso secundario y simplemente lo repites. Un ejemplo de esto es en el mismo viaje a casa, cuando estás ya pocos cientos de metros de tu casa, si te has fijado ya lo haces en automático, los mismo movimientos, el mismo lado, la misma banqueta, coges las llaves de la misma forma, etc. Todo es igual, por lo tanto dejas de prestarle tanta atención.
Sin embargo el radio introduce la aleatoriedad, la conversación avanza, las noticias suceden, un nuevo invitado es entrevistado, una noticia importante es anunciada, la publicidad cambia, las dinámicas son distintas, etc. Entonces no es una misma conversación estática una y otra vez, si no va mejorando, cambiando y eso lo hace más actual, lo mismo, pero distinto y eso nos lleva al siguiente punto.
Un momento para estar presente
Si haces una encuesta y revisas quienes están más enganchados con el radio, son personas que están haciendo algún tipo de labor manual o repetitiva. Y es que justamente esa labor se ha vuelto su “piloto automático” y el radio le permite al cerebro un pequeño escape de la monotonía de la tarea que puede ser: estar manejando en el tráfico, desmontando una llanta, inventariando mercancía, administrando documentos, etc.
Por lo que el cerebro regresa a lo que sabe: al audio. Y esto tiene muchísimo en común con la meditación, de hecho hay una técnica que se llama meditación dinámica.
¿Te ha pasado que mientras te bañas o lavas los trastes se te ocurren grandes ideas? Esto es porque estás en piloto automático y tu cerebro se pone creativo y sigue el hilo de un pensamiento. Algo muy similar sucede con estas tareas y escuchar la radio, solo que el hilo sobre el cual se concentra la mente, es la conversación del locutor, como si escuchas atentamente a un amigo.
Has notado que cuando “tu canción” sale en la radio, ¿la disfrutas más? Pues es por lo mismo, porque a diferencia de cuando la pones sin pensar o simplemente el algoritmo la escoge de tu playlist, la aleatoriedad hace que al momento de “salir” en la radio, realmente la escuches, la disfrutas.
Ahora, desde el punto de vista de un mercadólogo esto es importante, qué digo importante, es un hallazgo CRUCIAL. Pues cuando tus productos son anunciados, a diferencia de otros medios donde ya somos insensibles, en la radio SÍ ESTAMOS PONIENDO ATENCIÓN. Estamos consumiendo el contenido.
Stats para marketing
Si quieres datos más duros, pues bueno tuve una conversación con un gran amigo que es Director Comercial Regional en Radiorama, el grupo líder en radio más grande de México, que me ayude con algunos datos que seguramente te van a interesar.
Pero como estamos hablando de radio, pues para hacerle un poco de honor, tendrás que escucharlos en lugar de leerlos:
Espero te agrade este artículo y queremos saber tu opinión.